Los fabricantes e importadores de bienes de consumo ya deben responsabilizarse de modo colectivo o individual del impacto ambiental de sus productos. Los nuevos desarrollos europeos premian el ecodiseño y la prevención en las categorías ya reguladas (automóviles, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, neumáticos y envases) y amplía este instrumento a nuevas tipologías (textiles, calzado, diferentes usos de plástico, etc). Este instrumento genera presión a los proveedores de materiales, piezas y componentes de las cadenas de valor de las citadas categorías de producto.